Además de estuco, nuestra línea incluye compuestos para aplanado y repellado, imprimadores, morteros para deshumidificación, productos para construcción ligera y tirol para acabados texturizados. Nuestros productos garantizan protección, durabilidad y estética en todas tus superficies verticales.
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El estuco es un tipo de revestimiento que se utiliza especialmente en el exterior y, a veces, en el interior de los edificios. Es un material duradero, resistente a la intemperie y visualmente atractivo que se ha utilizado en la construcción y los diseños arquitectónicos durante siglos. El estuco es esencialmente una forma de yeso hecha de cemento, arena, cal, polímeros y agua. Esta mezcla crea una superficie robusta y duradera que puede soportar diversos elementos, por lo que es ideal para diferentes estructuras de edificios.
La aplicación del estuco es un proceso de varios pasos que implica el aplanado y el repellado. El primer paso del proceso es la preparación de la superficie, que suele consistir en limpiar y humedecer la zona. A continuación, se aplica una capa de mezcla de estuco y se deja fraguar. Después de que esta capa inicial se haya endurecido ligeramente, se añade otra capa, y el proceso de aplanado continúa hasta que se alcanza el grosor deseado.
La etapa final consiste en el repellado, en el que se añade textura a la superficie de estuco. Esta textura puede variar de lisa a rugosa, dependiendo del atractivo estético deseado. El repellado también puede servir como elemento decorativo, añadiendo un toque individual a cada diseño.
Al realizar el repellado de muros, se aplica un recubrimiento que los aísla, protege y les brinda un acabado estético. Para ello, se utilizan repellos de cemento o cal y protegen los muros de la humedad. Esto es ideal para construcciones tradicionales. Sigue leyendo para saber cómo se hace.
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