Han estado delante de nuestros ojos desde que éramos niños, los hemos visto por las calles de nuestras ciudades, los hemos estudiado en libros de texto y los hemos admirado en documentales de televisión, pero probablemente nunca nos hemos detenido a pensar en la influencia que han tenido y siguen teniendo.
Son los proyectos icónicos: edificios que han pasado a formar parte de nuestra historia, que se han ganado su prestigio y han recibido la admiración de las comunidades locales y globales.
No son simplemente edificios, sino símbolos portadores de valores que han pasado a formar parte de la historia, al igual que las personas que los han diseñado, construido y habitado.